La mayor parte de los órganos que componen el aparato urogenital, pueden ser abordados de distinta manera cuando requieren ser sometidos a cirugía. La forma tradicional es la cirugía abierta en la que, a través de una incisión se llega al órgano y se procede a efectuar la cirugía. La ventaja de este método, que es la forma tradicional, es que el cirujano tiene una visión de conjunto y control de los elementos que integran al órgano. La desventaja es que la herida causa dolor, el período de hospitalización puede ser prolongado, la recuperación tardía y deja una cicatriz.  De esta manera se pueden abordar los problemas de la uretra, pene, testículos,  próstata, vejiga, ureteros, riñones y glándulas suprarrenales.